jueves, 17 de septiembre de 2009

Pulgarcito

No hacía ni diez segundos que corría en dirección opuesta tras gritarle en la cara "no quiero verte en mi puta vida", cuando empezó a reírse mientras señalaba alternativamente a mí mismo y al suelo. En ese momento me di cuenta de que las piedras "sólo visibles para el usuario", que estaba utilizando para marcar el camino de vuelta, habían perdido sus propiedades. Creo que guardo el ticket por ahí.

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